TIPS PARA MANTENERSE POSITIVO EN EL ENTORNO LABORAL
Sabemos que el trabajo puede ser desafiante, estresante e incluso un poco abrumador a veces, pero adoptar una actitud positiva no solo beneficia nuestro bienestar, sino que también puede mejorar nuestra productividad y relaciones con los demás.
De hecho, estudios han demostrado que los empleados con una actitud positiva son un 31% más productivos y tienen un 37% más de ventas (Harvard Business Review).
Aquí van algunos tips que me han resultado útiles:
- Comienza el día con una mentalidad positiva: Cada mañana es una nueva oportunidad.
Intenta establecer un ritual de inicio de jornada que te llene de energía, ya sea meditar, leer una cita inspiradora o disfrutar de un buen desayuno. Esta pequeña acción puede marcar la diferencia.
- Establece metas realistas: Fijar metas alcanzables para el día te ayudará a mantenerte enfocado y motivado.
Divide las tareas grandes en pasos más pequeños y celebra tus logros, por pequeños que parezcan.
- Practica la gratitud: Tómate un momento al final del día para reflexionar sobre lo que salió bien y por lo que estás agradecido.
Llevar un diario de gratitud puede ser una excelente herramienta para recordar que siempre hay aspectos positivos en nuestra vida laboral.
- Fomenta las relaciones laborales positivas: Tener compañeros de trabajo con los que puedas compartir tus inquietudes y alegrías contribuye enormemente a un entorno laboral saludable.
No subestimes el poder de un café virtual o una charla casual durante el almuerzo.
- Tómate descansos: A veces, un pequeño respiro es justo lo que necesitas para recargar energías.
Da un paseo corto, escucha música o simplemente cierra los ojos unos minutos. Estos momentos de desconexión pueden revitalizarte.
- Mantén una perspectiva equilibrada: Los problemas y los desafíos son parte del trabajo, pero no dejes que te abrumen.
Pregúntate: “¿Será esto tan importante dentro de un año?”. Esto te permitirá manejar el estrés de manera más efectiva y concentrarte en lo que realmente importa.
- Desarrolla el hábito del aprendizaje continuo: Invertir en tu propio desarrollo personal y profesional puede ser una fuente constante de satisfacción y motivación.
Aprender algo nuevo siempre renueva la mente y amplía nuestras perspectivas.
- Sé amable contigo mismo: Recuerda que nadie es perfecto y todos cometemos errores.
Aprende de ellos en lugar de castigarte, y date el crédito que mereces por tus logros y esfuerzos diarios.
Mantener una actitud positiva en el trabajo puede tener un gran impacto en tu vida profesional y personal.
Fuente: Carmen de la Peña